Cuando la conducción cardiaca está respetada el QRS puede mantenerse estrecho a pesar de la presencia de disfunción ventricular. Sin embargo, en caso de latidos ectópicos (EV) conducidos a través del miocardio con participación limitada del tejido de conducción especializado, la duración del QRS puede actuar como índice de la situación miocárdica y el riesgo de muerte súbita.

La ablación con radiofrecuencia de la fibrilación auricular (FA) paroxística es una técnica relativamente compleja pero eficaz para mantener el ritmo sinusal, requiriendo una curva de aprendizaje no despreciable. Como alternativa, la crioablación con balón está demostrando ser una técnica no inferior en cuanto a eficacia y seguridad, pero más sencilla técnicamente.

Recientemente en este mismo blog hablábamos de los dipolos de alta precisión (“minielectrodos”) y su papel en la localización del gap durante ablación del istmo cavo-tricuspídeo. En este otro trabajo hablaremos su papel en el mapeo de escara ventricular isquémica.

El estudio VANISH es un estudio prospectivo, aleatorizado y multicéntrico, en el que se demuestra que la ablación con catéter es superior al manejo con distintas dosis y tipos de fármacos antiarrítmicos, en pacientes con infarto crónico portadores de un desfibrilador (DAI), que presentan taquicardia ventricular y que ya estaban tomando algún fármaco antiarrítmico por haber presentado arritmias ventriculares previamente.

En pacientes con miocardiopatía hipertrófica, las alteraciones de la repolarización y sus cambios dinámicos con el ejercicio, hacen que el desfibrilador subcutáneo (S-ICD) pueda presentar a priori problemas de sobresensado en algunos pacientes.El trabajo de Lambiase PD y colaboradores detalla la experiencia favorable con S-ICD en pacientes con miocardiopatía hipertrófica incluidos en el registro europeo de S-ICD, EFFORTLESS y el estudio norteamericano IDE.